"El Puente Q’eswachaka: Tradición y Unidad en los Andes Peruanos"

 


En las alturas de los Andes peruanos, el puente Q’eswachaka sigue siendo un testimonio viviente de la capacidad humana para preservar el legado y la conexión. Durante más de 500 años, este puente colgante de ichu ha unido a las comunidades que rodean el río Apurímac, no solo físicamente, sino también espiritualmente.


Cada año, en el mes de junio, los habitantes de las comunidades de Huinchiri, Chaupibanda, Ccollana Quehue y Choccayhua se reúnen para cumplir con la tradición de reconstruir el puente. Este ritual, transmitido de generación en generación, no solo asegura la existencia de la estructura, sino también la conservación de un conocimiento ancestral único.

Los preparativos comienzan semanas antes, cuando los hombres y mujeres recolectan el ichu, una hierba andina que será transformada en cuerdas. Estas cuerdas, resistentes pero flexibles, son el alma del puente. Los ancianos, considerados los guardianes de la técnica, guían a los más jóvenes en el trenzado de las cuerdas principales. Este proceso no solo es práctico, sino también ceremonial, acompañado de ofrendas a la Pachamama para pedir protección y fortaleza.

El día de la reconstrucción, las comunidades trabajan al unísono. Equipos de hombres se encargan de fijar las cuerdas al suelo rocoso, mientras las mujeres preparan comida para todos. Las risas, canciones y cánticos llenan el aire, creando una atmósfera de celebración. Aunque cada familia tiene su rol, el esfuerzo colectivo es lo que garantiza el éxito




Algunos jóvenes admiten que, en un mundo donde la modernidad avanza rápidamente, esta tradición a veces parece una reliquia del pasado. Sin embargo, participar en la reconstrucción les hace comprender su importancia. “Es más que un puente. Es una lección de cómo mantenernos unidos”, comenta Juan, un joven de 18 años que por primera vez tomó parte activa en el proceso.

Al final del tercer día, el puente está terminado. Una ceremonia especial marca el primer cruce, liderada por los ancianos de las comunidades. Cruzar el puente no es solo un acto simbólico; es un recordatorio de que la fuerza colectiva puede superar cualquier abismo.

Hoy, el puente Q’eswachaka no solo conecta dos extremos de un río, sino también el pasado con el presente, y a las generaciones mayores con las nuevas. Reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, el puente sigue siendo un ejemplo vivo de resiliencia y tradición.

Como dice Rosa, una de las ancianas que coordina la reconstrucción: “El puente se reconstruye cada año, pero lo que nunca se rompe es la unión que nos enseña".


"Les dije entonces: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta y sus puertas consumidas por el fuego; venid y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio. Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: ¡Levantémonos y edifiquemos! Así esforzaron sus manos para bien." (Nehemías 2:17-18, RVR1960)



Referencias:

1. UNESCO. (2013). Q’eswachaka Bridge: Inscription on the Representative List of the Intangible Cultural Heritage of Humanity. Recuperado de: UNESCO


2. Ministerio de Cultura de Perú. (s.f.). Reconstrucción del Puente Q’eswachaka: Patrimonio Cultural Vivo. Recuperado de: Ministerio de Cultura de Perú


3. Smithsonian Channel. (2018). The Last Bridge Builders of the Andes. Recuperado de: Smithsonian Channel


4. Silverman, H. (2002). Andean Archaeology II: Art, Landscape, and Society. Springer. Recuperado de: Springer


5. Cultura Cusco. (2019). Tradición y Comunidad: El Ritual del Q’eswachaka. Revista Cultural Cusqueña, 12(4), pp. 22-27. Recuperado de: Revista Cultural Cusqueña (sitio referencial).



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 Notas:

El Puente Q’eswachaka es una joya de la ingeniería inca ubicada en la región de Cusco, Perú. Este puente colgante, hecho de fibras vegetales como el ichu, se encuentra sobre el río Apurímac en el distrito de Quehue, provincia de Canas. Cada año, las comunidades locales renuevan el puente en una ceremonia tradicional que ha perdurado por siglos.

Para ayudarte a planificar tu visita, aquí tienes  las rutas de acceso desde la ciudad de Cusco:



Cómo llegar desde Cusco:

1. En vehículo particular o tour organizado:

Desde Cusco, toma la carretera hacia el sur en dirección a Combapata (aproximadamente 2 horas).

Desde Combapata, continúa hacia Yanaoca y luego hacia el distrito de Quehue.

Desde Quehue, sigue las indicaciones hacia el Puente Q’eswachaka.



2. En transporte público:

Toma un bus desde Cusco hasta Combapata.

Desde Combapata, toma un transporte local hacia Yanaoca y luego a Quehue.

Desde Quehue, puedes caminar o tomar un transporte local hasta el puente.




Recomendaciones:

Mejor época para visitar: La renovación anual del puente se realiza en junio, lo que ofrece una experiencia cultural única.

Altitud: El puente se encuentra a aproximadamente 3,700 metros sobre el nivel del mar; es recomendable aclimatarse en Cusco antes de la visita.

Clima: Lleva ropa adecuada para climas fríos y soleados, y protección solar.


Para más información sobre el Puente Q’eswachaka y su importancia cultural, puedes visitar el Portal Oficial de Turismo del Perú.

¡Disfruta de tu visita a este impresionante legado inca!





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