" El Mal "


El Mal


León, esa ciudad antigua con sus muros de piedra y catedrales que parecen rasgar el cielo, se convierte al caer la noche en un laberinto de sombras. Las esquinas susurran historias que los vivos prefieren ignorar, pero que los muertos parecen recordar con deleite macabro. A lo largo de los siglos, las piedras de la ciudad han presenciado el paso de héroes y mártires, pero también han guardado el eco de algo más oscuro. Algo que nació en el tiempo de San Marcelo, pero que, de algún modo, seguía presente.



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Año 298 d.C. – El Martirio de San Marcelo


El aire estaba cargado de tensión en el campamento de la Legio VII Gemina. Marcelo, centurión de renombre, había cometido lo impensable: desafiar al emperador al renunciar a su lealtad militar en nombre de una fe nueva y peligrosa. Frente a sus superiores, lanzó su espada al suelo y proclamó:

"Sirvo solo al Dios verdadero. No lucharé por ídolos de piedra."


La noticia corrió como un incendio. Lucio Fabius, un oficial conocido por su brutalidad, exigió que Marcelo fuera ejecutado públicamente. Sin embargo, antes de ser llevado a la muerte, el centurión se dirigió a Lucio con palabras que resonaron como una maldición:

"Tus manos están manchadas de sangre inocente, y tu alma será reclamada por la oscuridad. León nunca olvidará tu crueldad."


En los días siguientes, Lucio, enfurecido por la audacia de Marcelo, ordenó un ritual pagano para borrar cualquier rastro de la fe cristiana en la región. Pero algo salió mal. Durante el sacrificio, un fuego inesperado consumió el altar y a los participantes. Según los soldados, mientras las llamas ardían, una figura negra se alzó entre el humo, prometiendo regresar para vengar la injusticia.



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2022 – El Hallazgo en la Iglesia de San Marcelo


El tiempo había cubierto estos eventos bajo capas de historia y olvido, hasta que una restauración en la Iglesia de San Marcelo desenterró lo que parecía ser un fragmento de esa historia perdida. Un grupo de arqueólogos encontró un compartimento sellado dentro del claustro. Entre los escombros, apareció un pergamino escrito en latín. Mateo, uno de los restauradores, intentó leerlo, pero el texto era arcaico y confuso.


El equipo decidió entregarlo al profesor Álvaro Martín, un experto en lenguas clásicas de la Universidad de León. Durante varios días, el profesor se sumergió en su estudio. Finalmente, llamó al párroco de la Iglesia con la traducción completa.


—Lo que dice este manuscrito es... inquietante —dijo Martín con voz entrecortada—. Parece ser una maldición de alguien llamado Lucio Fabius. Habla de un pacto y de una venganza más allá de la muerte.


Entonces leyó en voz alta el texto original:



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"Damnatus est qui fidem violavit.

Urbs in tenebris manebit,

donec lux et veritas redeant.

Ego Lucius Fabius,

iuravi vindictam meam ultra mortem.

Cum umbris revertar,

et animas perditas mecum portabo.

Timete me, qui rumpitis pactum Dei."



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Traducción:


"Condenado sea quien quebró la fe.

La ciudad permanecerá en tinieblas,

hasta que la luz y la verdad regresen.

Yo, Lucio Fabius,

he jurado mi venganza más allá de la muerte.

Regresaré con las sombras,

y llevaré conmigo las almas perdidas.

Temedme, quienes rompéis el pacto de Dios."




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Al terminar, ambos hombres quedaron en silencio. El párroco, con un leve temblor en las manos, bendijo el manuscrito. Pero el profesor le advirtió:

—Esto no es solo historia. Si las leyendas locales son ciertas, hemos desenterrado algo que nunca debió ser revelado.



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Año 299 d.C. – La Caída de Lucio Fabius


Lucio, tras la ejecución de Marcelo, comenzó a experimentar episodios de paranoia. Alegaba escuchar susurros en la noche y ver sombras que lo seguían. En una carta enviada al gobernador, escribió:

"No puedo escapar. Las sombras me persiguen, y la figura de Marcelo aparece cada vez que cierro los ojos. He sido condenado."


Una noche, Lucio desapareció. Los soldados lo encontraron en el bosque cercano, con marcas inexplicables en su cuerpo y una expresión de terror eterno en su rostro. Desde entonces, su nombre quedó maldito, y su historia, relegada a leyendas oscuras.



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Actualidad – Las Sombras Regresan


El descubrimiento del pergamino pareció desatar algo en León. En el Barrio Húmedo, los vecinos comenzaron a reportar fenómenos extraños: pasos en callejones vacíos, susurros en latín y sombras que no parecían humanas. Marisa, una guía turística, relató que durante un recorrido nocturno en la Plaza Mayor, su grupo escuchó un lamento que parecía emanar de las piedras mismas.


Rubén, un joven estudiante, fue uno de los primeros en capturar un video en el que se veía una figura alta y encapuchada caminando cerca de la catedral. "Pensé que era alguien disfrazado," dijo, "pero al acercarme, noté que no tocaba el suelo." Cuando revisó la grabación, se escuchaba claramente una voz susurrar: "Cum umbris revertar" ("Con las sombras regresaré").



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El Clímax en la Niebla


De vuelta al presente, las sombras se hicieron más audaces. Durante una procesión en la Iglesia, las velas comenzaron a apagarse una a una, y una figura oscura apareció entre los feligreses. "Era como si la niebla tomara forma," dijo uno de los testigos. Cuando la figura habló, su voz era gutural, antigua:

"Timete me... Cum umbris revertar."


La procesión se disolvió en pánico. Aquella noche, las calles de León quedaron desiertas, y el aire olía a azufre.



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Conclusión


El pergamino desapareció de la Iglesia pocos días después. Nadie supo quién lo tomó, pero el párroco dejó una advertencia en la misa del domingo:

"León ha despertado algo que nunca debió ser perturbado. No olvidéis las palabras de Efesios 6:12: 'Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, autoridades y potestades que dominan este mundo de tinieblas.' Que Dios nos proteja."


Desde entonces, cada noche envuelta en niebla parece más densa, y los callejones del Barrio Húmedo susurran una historia que no ha terminado. La leyenda de San Marcelo y Lucio Fabius no es solo un eco del pasado, sino una sombra que persiste en el presente, esperando al próximo que se atreva a profanar su secreto.





Referencias:


1. San Marcelo de León: San Marcelo fue un centurión de la Legio VII Gemina, nacido en León durante la segunda mitad del siglo III. Es venerado como santo y patrón de la ciudad de León. https://laregionleonesa.com/quien-fue-san-marcelo/?utm_source=chatgpt.com



2. Iglesia de San Marcelo: La iglesia parroquial de San Marcelo es uno de los edificios de culto más antiguos de la ciudad de León. Fundada en el año 850 por el rey Ramiro I sobre una capilla preexistente, se erigió en el lugar donde el centurión Marcelo hizo confesión pública de su fe en el año 298. https://www.parroquiasanmarcelo.es/la-parroquia/?utm_source=chatgpt.com



3. Traslado de los restos de San Marcelo: El 29 de marzo de 1493, los restos del centurión Marcelo, hallados en Tánger donde fue martirizado, llegaron a León traídos por el rey Fernando V. Su cuerpo fue depositado en la iglesia que lleva su nombre. https://leon.es/tradiciones-de-leon/san-marcelo/?utm_source=chatgpt.com



4. Efesios 6:12: Este versículo bíblico del Nuevo Testamento dice: "Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, autoridades y potestades que dominan este mundo de tinieblas." Se refiere a la naturaleza espiritual de las batallas que enfrentan los creyentes.




Estas fuentes proporcionan el contexto histórico y cultural en el que se basa el relato, mezclando elementos reales con toques de ficción para crear una narrativa envolvente.





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