Crónicas de la Alimentación- Capítulo 5: Cuando el Mundo supo a Todo
Capítulo 5: Cuando el mundo supo a todo
Serie: “Yo Cocino, Luego Existo – Crónica de la Alimentación Humana”
Por Mateo, cocinero y testigo de fuegos antiguos
Hay comidas que huelen a hogar, a infancia, a tierra conocida. Y hay otras que —aunque no lo sepamos— vienen de lejos. Muy lejos. A veces muerdo un tomate y pienso en los primeros europeos que lo miraron con desconfianza. Era rojo, brillante, extraño. Casi sospechoso. Un fruto traído de ultramar, como tantos otros. Porque hubo un momento en que el mundo se abrió como una despensa inmensa. Y lo que se movía ya no era solo gente o armas, sino también sabores.
Ese momento cambió mi cocina para siempre. El cacao cruzó el Atlántico. El maíz se sembró en Europa. El trigo llegó a América. La papa trepó las montañas. El café despertó al mundo. El azúcar se volvió adicción.
Los conquistadores no sabían cocinar, pero trajeron ingredientes. Y se llevaron otros. La comida dejó de ser local. El mundo se mezcló en las ollas.
Algunos celebran ese encuentro. Otros lo lloran. Yo no lo juzgo, pero sí lo cocino. Porque esa mezcla —a veces forzada, otras maravillosa— también me hizo a mí.
Cuando preparo una humita, estoy mezclando maíz nativo con queso europeo. Cuando hago chocolate caliente, sé que el cacao es americano, pero el azúcar fue plantado por esclavos africanos en plantaciones coloniales. Cada plato tiene historia. Y no siempre es dulce.
Por eso cocino con memoria. Y también con gratitud. Porque gracias a ese viaje —duro, violento, inevitable— hoy mi cocina sabe a todo. Y en cada cucharada hay un poco del mundo entero.
🌽 Receta Ancestral: Humita en Chala (América mestiza)
Inspiración: Cocina andina ancestral fusionada con aportes europeos tras el contacto colonial.
🛠 Ingredientes:
- 6 choclos grandes (maíz tierno)
- 1 cebolla
- 1 cucharada de manteca o grasa
- 200 g de queso fresco
- ½ taza de leche (opcional)
- Sal, pimienta y ají molido al gusto
- Hojas de chala limpias para envolver
🔥 Preparación:
- Rallá o procesá los granos de maíz fresco.
- En una sartén, salteá la cebolla picada con manteca hasta dorar.
- Mezclá el maíz con la cebolla, el queso cortado en cubos, la leche y los condimentos.
- Armá las humitas envolviendo la mezcla en hojas de chala y atándolas con hilo o tiras de las mismas hojas.
- Cociná al vapor o herví durante 40–50 minutos.
- Servilas calientes, como plato principal o acompañamiento.
Notas de Mateo: “Esta receta es un abrazo entre tiempos y pueblos. Se cocina con paciencia, se comparte en ronda. Y al probarla, uno siente que el mundo, alguna vez, se encontró en la mesa.”
🔗 Capítulos anteriores:
📖 Capítulo 1: El Primer Fuego
📖 Capítulo 2: La Tierra Nos Dio de Comer
📖 Capítulo 3: Filosofía y Festín
📖 Capítulo 4: Pan Negro y Silencio
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